
Para ello el jugador debe elegir las características de la infección para que la propagación, impacto e infección sean máximas en cuanto a personas infectadas en todos los países y grado de mortandad. Por su parte la inteligencia artificial del juego debe intentar que la enfermedad no se extienda controlando los organismos internacionales y países que juegan sus bazas cerrando aeropuertos o desarrollando vacunas.
En la configuración de la enfermedad entran muchos parámetros como el tipo de agente (virus, bacteria o parásito), los síntomas (fiebre, vómitos, diarrea, encefalitis, paro cardíaco, ...), las resistencias (al calor, al frío, a los medicamentos, ...), el método de transmisión (aire, agua, insectos, ...) y el tratamiento. Cada opción tiene un coste que va descontando del haber cuando se selecciona. Dicho haber se va incrementando a medida que evoluciona el juego y permite modificar la enfermedad poco a poco.
Parece que una de las claves está en la expansión lenta para no levantar sospechas y poder actuar en todas la áreas del mundo sin que se cierren las vías de comunicación. Las zonas que se resisten con más facilidad son aquellas como Madagascar y Cuba que parecen más aisladas.
En estos momentos de gripes normales o gripes A es un juego de lo más adecuado.
Visto en Microsiervos.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario