Esa forma de utilizar la información no dista tanto de la persona con síndrome de Diógenes que guarda todo lo que cae en sus manos y lo mantiene donde puede, normalmente en su casa, hasta que alguien consigue limpiarlo.
Esta actitud llena los discos duros de los servidores empresariales y de los ordenadores personales con información no crítica, de hecho prescindible, con el consiguiente gasto para la empresa y el impacto en el medio ambiente.
Si hablas con un usuario y le cuestionas la necesidad de esos ficheros almacenados no hay excepción, todos opinan que los ficheros son imprescindibles y que en un tiempo los pueden volver a necesitar.
La cultura empresarial y la actitud de los usuarios deben cambiar. Se deben poner políticas de archivo, de almacenamiento y de borrado tanto de ficheros, como programas y emails que aseguren un razonable tiempo de almacenamiento. Normalmente las políticas de copia de seguridad de las empresas permiten recuperar cualquier fichero de cualquier tiempo pasado así que, por qué pretender que todo esté en línea?
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