El ranking de las diez catastrofes y recuperaciones de datos de Kroll Ontrack:
10. Lavado completo – Este año, una mujer llamó a los ingenieros de Kroll Ontrack quejándose de que “había lavado todos sus datos”. Olvidó su memoria USB en su ropa y la echó a lavar. Como era previsible, tras un ciclo de lavado en la lavadora no fue capaz de rescatar ningún dato de ella.
9. Padre abnegado –Un entusiasmado padre primerizo vuelve a casa a toda prisa del trabajo para dar de comer a su bebé. Con la emoción y las prisas olvida que había guardado su memoria USB en el bolsillo superior de la camisa. Al inclinarse hacia delante para acercarse a la trona el dispositivo de almacenamiento cae en un pringoso plato de puré de manzana.
8. Morder el anzuelo – Un pescador pensó que sería una buena idea llevarse su portátil en el bote a remos para entretenerse con algunos juegos mientras esperaba que picase algo. Al incorporarse tanto él como su portátil cayeron al agua y toda su información acabó en el fondo del lago.
7. Un fotógrafo presa del pánico – Un fotógrafo de bodas estuvo punto de
tener que enfrentarse a la cólera de una recién casada al descubrir que había
borrado las fotos de ésta al grabar sobre ellas las de otro evento. Dos días
antes de que la pareja regresase de su luna de miel llamó pidiendo ayuda a Kroll
Ontrack. La novia nunca llegó a enterarse del incidente.
6. Baño de ácido – Un científico volcó accidentalmente ácido sobre un disco duro externo mientras realizaba un experimento. Aún dando por hecho que toda la información se había quemado llamó a los expertos de Ontrack, que consiguieron recuperar todos los datos guardados en la unidad de memoria.
5. Trifulca empresarial – Durante una acalorada discusión en Australia, un empresario lanzó una memoria USB a su socio. El dispositivo, que contenía importantes planos de la empresa, terminó hecho pedazos en el suelo. Por suerte fue posible salvar tanto los planos como la relación empresarial.
4. Fuego indiscriminado – Hace poco un incendio destruyó la mayoría de los contenidos e informaciones de una oficina, sólo se salvaron unos pocos CD. El escollo del asunto es que estos CD se habían fundido en el interior de sus cajas, fue un trabajo notable para los ingenieros. 3. El precio de la tranquilidad - Un científico británico no aguantaba más los chirridos que hacía su disco duro, de forma que hizo un agujero en la caja y echó aceite en el mecanismo interno. Los chirridos pararon, el disco duro también.
2. Aparatoso salto en paracaídas: Con la intención de comprobar el buen funcionamiento de un paracaídas, se incorporó en el paracaídas a modo de carga una cámara y se lanzó desde un avión. Desafortunadamente el paracaídas no superó con éxito la prueba y la frágil carga quedó hecho trizas. Con la ayuda de Kroll Ontrack, fue posible ensamblar de nuevo la memoria de la cámara y recuperar el vídeo del nefasto salto en paracaídas.
y finalmente, el desastre número uno del 2007 ...
1. Plaga de hormigas – Al ver que una colonia de hormigas había ocupado su disco duro externo, un fotógrafo de Tailandia decidió quitar la cubierta del mismo y rociar el interior con un repelente de insectos. Las hormigas no sobrevivieron y hasta que no intervinieron los ingenieros de Kroll Ontrack parecía que tampoco iba a conseguirlo la información que contenía el disco duro.
Visto así expuesto parecen chistes o exageraciones, pero todos hemos tenido experiencias curiosas más o menos graves en este sentido.
Aunque los de Kroll Ontrack digan que han conseguido recuperar los datos de todos esos casos seguro que hay muchos otros que no ha sido así, por tanto no hay que fiarse y hay que tener un buen backup de los datos importantes almacenados en cualquier dispositivo de almacenamiento.
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