Con monitores con esta característica podemos levantarnos de la silla e ir a cualquier sitio con la garantía de que al menos la pantalla permanecerá apagada con el consiguiente ahorro energético y la evidente ganancia en privacidad y seguridad.
El funcionamiento es muy claro ya que con un sensor de movimiento y presencia, cuando no detecta al usuario delante en 40 segundos pregunta si deja entrar el monitor en modo espera (standby). Si no se contesta en unos segundos el monitor entra en espera consumiendo mucho menos que encendido. En el momento que se vuelve al puesto de trabajo el monitor se activa de forma autónoma detectando de nuevo la presencia del usuario.
El sensor está calibrado para detectar la silla llena o vacía e ignorar movimientos de fondo en una oficina aunque seguro que hay casos en los que será necesario ajustar o desactivar opciones como en presentaciones donde la gente se sitúa algo más lejos.
Por el momento Eizo incluye esta característica en los monitores Eizo FlexScan EV2302W y FlexScan EV2023W (23 y 20 pulgadas respectivamente).
Es una propuesta muy interesante que a falta de probarlo y de ajustar su funcionamiento debería extenderse a otros monitores e incluso a otros dispositivos.
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1 comentario:
Si alguien pudiera extrapolar la idea en software y haciendo uso de la webcam sería, sin lugar a dudas, una aplicación que se extendería como la espuma...
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